sábado, 27 de enero de 2007

Pretemporada


Solo dos días me separan de mi licencia anual, solo dos días en los que espero disfrutar de los ya pálidos rostros de los inteligentes que se licenciaron los primeros 15 días de Enero. 16 horas que viviré a pleno mostrando mis enormes dientes de felicidad y respetando a rajatabla los horarios preestablecidos por la compañía a la que presto mis servicios. Mi horario de ingreso durante estos dos últimos días será 8:55 abandonando esa rapiña de 15 minutos que realizo durante el año y que se transforman en media hora si tomamos en cuanta mi cruce de calzada hasta Delper en donde me aprovisiono de Coca enlatada y galletitas Oreo en paquetes de a dos. Me retirare a mis aposentos 19:00 hrs., obsequiando mis valiosas horas extras a algún centro Caif o en su defecto a la consolidación de algún nómada artista del transporte capitalino que me traslada a mi domicilio. Comienzo a disfrutar en el espejo el color blanco papa de mi rostro, cacheteándolo cómplicemente y haciéndole saber al oído su futuro cambio en pocas jornadas. No será una licencia más, sino que será la base física y mental para afrontar el año que viene de la mejor manera. Como toda pretemporada es dura, difícil, pero interiormente tengo claro que durante el año sacare los réditos correspondientes.
Me alejaré de las canchas por 18 noches, mi cuerpo se desintoxicará de toda bebida espirituosa ingerida desde las tradicionales fiestas hasta el día de hoy y el control de mis comidas atentaran contra en aliens que se quiere apoderar de mi abdomen.
No tocare el ordenador por los días que dura la pretemporada, por lo tanto no existirán publicaciones, mis días se basaran esencialmente en actividad física, lectura acorde a los compromisos académicos y por sobre todas las cosas descanso, ese descanso que el astro rey sabe contemplar con su bronceadora mirada.
Felices Fiestas para todos, y nos encontramos el 14 de Febrero cuando el año nos regale su primer día.

Germán ITO Barbé

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