martes, 30 de diciembre de 2008

Hasta pronto La Hora de los Deportes...


Crónica de un Final de Lujo…

Con mi adicción a la televisión como marco, en día de ayer viví uno de los momentos más intensos desde que vivo esta simbiosis con la caja boba. Mientras todos lo padecian, quien les habla, como todos los Domingos y religiosamente disfrutaba cada hora del mismo con la alegría de saber que lo mejor está al final, cual Aspirina con limón que me proporciona mi madre cuando estoy engripado en cuyo fondo de vaso se mezclan el limón y el azúcar (Hasta ahora pienso que ese combinado de sabor es lo que me rescata de eternas gripes).
Ya sin futbol a la tarde, y programas en los que los saludos navideños se repiten uno a uno, mi ansiedad de saber que el momento llegaba, provocaba que arrase con todo tipo de expresión culinaria que se interpusiera entre mi vista y la pared. Bendita tv, los dibujitos del 12, Alice (que ya termino), y Peter Capussoto, cual queso manteca para untar en galletita, eran la previa al gran plato de la semana. Ya eran las 23:15 hrs. y la pantalla del 5 congelaba la imagen institucional del canal como si Sonia supiese que existe un país detrás de este sentimiento. Sin más, la melodía dinámica y las fotos de jugadores retirados pero en su época de actividad se repiten mezclados con el inconfundible logotipo de Umbro para darle comienzo a un nuevo programa de La Hora de los Deportes.
Con plantel diezmado por la ausencia de un referente del staff de la Hora, el lambeta Sergio Gorzi, el “Muy buenas noches, este es un nuevo programa de La hora…” de Albertito Sonsol fue un bálsamo para mis oídos. No les voy a mentir, en el ambiente había un clima raro, no solo estaban todas las lucen prendidas de la escenografía, sino que todos los planos de las cámaras eran óptimos. El piloto de la laptop era Etchandy y Julito Cesar Gard ya estaba pronto en su nave espacial del estudio para volar por el mundo para regocijarnos con goles de jugadores en el exterior que suponíamos difuntos. Es el mismo Julio Cesar el que luego de los saludos de rigor pide la palabra sorprendiendo a propios y extraños (los que seguimos la hora hace más de 10 años sabemos que Gard tiene su segunda entrada luego de los saludos del comienzo en el minuto 80’ del programa). Con cara acongojada y mirando cámara agradece a Lambeta Gorzi por haberlo traído al staff y anuncia su retiro indeclinable del programa. El Dr. Etchandy a semanas de haber tenido un inconveniente cardíaco, por segundos perdió la vida, Sonsolito le gritaba a Gard si alguien le había hecho alguna maldad, Rios se tapaba la boca, El toto Miraba. Todos pedían explicaciones hasta que el chico teletón de la Hora, Julito Cesar Gard dice: “que la inocencia les valga”. El Dr. Etchandy pidió a los médicos que no le dieran más choques eléctricos, Sonsolito se reía como en un bar, Rios volvia a mostrar su perfil izquierdo (el que más le gusta) y el toto mordía su labio inferior, con mano visera y mirando para abajo con claro gesto de: “…45 años de periodismo y me tengo bancar a este enfermo mental..y todo por un portón PPA y los cajones de agua sirte sabor toronja de todos los meses…”. Se comenta que como castigo, el año que viene trasladaran el escritorio de el niño Julio Cesar Gard al lado de la antena del canal 5, es decir, 2 metros más lejos, para lo que utilizara un baby call para informar los goles de la 2da. División profesional. EL programa continuó normalmente y como cada Domingo: Una mezcla perfecta de La Última Palabra e Intrusos en el espectáculo, pero con un tinte Navideño que poco a poco se fue tornando en un vale todo. A medida que se acercaba la 1 de la mañana los chistes internos crecían a pasos agigantados basados en la promiscua vida de Julito Ríos, el que con mucha carpeta ejercía un slalom envidiable. El mismo Julito Ríos vivía su ultimo día de trabajo previo a sus vacaciones en Punta del Este derrochando adrenalina, lo que finiquito en un revoleo de corbata a pedido de Albertito Sonsol cuyo destino fue el centro de la escenografía…
Ríos cual borracho que pretende que todos hagan las barbaridades que el hace, comienza a instigar a todos a que se levanten de sus pupitres en busca de desenmascarar la ausencia del clásico Ambo. Comenzó el niño Teleton Gard y vestía un moderno Jean, continuo Ríos, el borracho de la noche, dejando en claro porque es el mejor vestido de la TV (vestía ambo)
Continuó Etchandy y Sonsolito, el primero con un pantalón que lejos estaba de combinar con el saco y la corbata, y el segundo con un Jean al tono. Para finalizar y luego de arduas gestiones entre las que estuvo la llamada del Dr. Bilardo, Carlitos Bianchi y su amante, Mauro Más se consiguió que el Toto Da Silveira se levantara de su silla y mostrara con cara de tortuga sonriente la bermuda color crema que portaba bajo el traje, sonsolito ante tal hazaña tira al viento el libreto que tenia en el escritorio llevando a la situación a lugares insospechados . Una joya de la televisión provocada por las eternas pausas comerciales en donde la cocaína, el extasis y un sinfín de estupefacientes con alto grado alucinógeno aportados por Juan Pedro Rivas y su fundación “Da Positivo” dieron el pitazo final al mejor programa de la televisión regional. Salud La Hora de los Deportes y hasta pronto…

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