miércoles, 9 de julio de 2008

El día que no le di ni la hora a Araceli...

Pocos años hacía que toda aquella paparruchada del Y2K había quedado atrás. Yo disfrutaba de mis primeros años en la segunda decena de mi vida donde el poco dormir era una anécdota sin repercusiones en el día siguiente. El “acostate más temprano que mañana vas a estar dormido” significaba para mi algo como “no comas azucar que te van a salir gusanos” o “no juegues con fuego que te vas a hacer pis en la cama”.
No miento si les digo que cuando dormía un manojo de horas me despertaba con mas energías a la mañana siguiente que si hubiese dormido 8 o 10.
Mitad de la semana, se iba un miércoles más del año pero con la alegría de que un nuevo Jueves asomada, día ideal por esas epocas para distenderse más allá de la medianoche. Cuando me retiraba de mi recinto laboral mi superior me sorprende con la noticia de que a la mañana siguiente cambiaria el 142 destino ciudad vieja por un Pluna destino Aeroparque. Al parecer había que hacer firmar en la vecina orilla unos papeluchos y yo habia sido designado para tal travesía. Luego de finiquitar todos los detalles concernientes a mis pasajes y al remise que pasaria por mi domicilio 5:30 AM. Me fui para casa.
Convencido de que mi actividad nocturna se limitaría a dejarme llevar por las redes oníricas mientras miraba Mar de Fondo, no me preocupe por las relaciones publicas pasaditas las 18:00 via MSN.
Luego de cenar y pronto para plantar bandera, recibo un golpe fortísimo a mi tranquilidad. La llamada de Federico (El Vello García), hombres incansables si los hay, traía consigo la seductora idea de un torneo de Poker en la casa de Noel (Más conocido como Papito) un hombre que gustaba más de una riña en W. Lounge que de una Milanesa con papas Fritas.
Sin ponerlo en ningún momento en tela de juicio partí para el prado.
Como si todo jugara a favor de la historia fue una de esas noches de Poker que aunque quisiera perder, ganaba. Mi salida del recinto cerca de las 4:30 AM fue lo más parecido a la de un equipo que que ganaba de visitante en la cancha del Nacional de Medellín por Copa Libertadores en los años 80’. Uno no sabe si festejar o pedir disculpas.
Con una hora para descansar contabilice el dinero para no sentirme tan culpable y cerre los ojos lo más rapido posible. Cuando había terminado de contar el último billete mi madre ya me estaba despertando.
Via remise arribe al aeropuerto una hora antes de embarcar, tremendo…
Luego de dar unas vueltas por el Free Shop, lugar donde la gente dice que las cosas son más baratas ¿?, decidí recostarme en uno de los sillones a esperar la hora del vuelo. Los ojos parecían pesar toneladas, las cejas tocaban el cerquillo y los ojos mantenian el formato oriental. El esfuerzo por no entregarme se convertía en una lucha titánica que perdí minuto a minuto. Pensando que sería un arma más y en pro de la vigilia decidi calzarme los discman y que la ricota hiciera lo suyo para no dormime. Si usted es un entendido en Redondos le juro que recuerdo hasta el momento en que suena la tercera bomba del Track 1 del disco Oktubre. Luego imagino que comencé a dejar caer hilos de saliva por la canaleta izquierda de la boca (Sector para donde me deje llevar producto de que la billetera se encontraba de ese lado del saco y su peso gozaba del dinero percibido en la mesa de Poker).
Creo haber dormido media hora. Soñe con flacas gimnastas, un drácula con tacones, y seguramente que un Preso en mi ciudad.....No lo soñe (Solo para entendidos Ricoteros)
Dormía, Dormía......ZZZZZ.......ZZZZZZ......hasta que en un momento el reflejo de alguna luz que tenia frente a mi “venida a menos” imagen desapareció cual si fuese una nube. En ese estado semidormido escucho una voz del más allá. No era el Indio Solari, en todo caso la voz era más parecido a la de una fémina, que seguramente no era la Negra Poli. Tampoco fue lo suficientemente fuerte para sacarme de uno de los sueños más profundos de mi ultima década, tan profundo que en varios pasajes del mismo me vi envuelto en baderas rojas rodeado de tipos con caras raras. Luego viendo la tapa del disco me cayo la ficha.
La voz femenina se hacia cada vez más fuerte e intensa, hasta que mágicamente comencé a abrir de a uno los ojos de mi cara a la vez que me sacaba de los oidos al indio y su trouppe. A medida que levantaba la cabeza me pasaba el brazo por la boca y me sentaba en una posición decente.
Yo - Si perdoname, que me decias??
Cuando termino la frase y miro para arriba no terminaba nunca de arquear el cuello (lo que me provoco una tortícolis aguda que hasta el día de hoy no me permite ver los eclipses en un 100%), con una altura exuberante, una simpleza pocas veces vista estaba ella; yo cual si fuese victima de un accidente y mi vida pasara por delante de mis ojos, La banda del Golden Rocket, Nano haciendo de mudita, los comerciales de Caro Cuore, y hasta el mismisimo Chueco Suar pasaron por mi mente convertida por un segundo en el Canal Retro.
Ella – Estabas durmiendo? Disculpaaaame (arrugando dulcemente su frentecita), tenes
Hora?
Yo – ARACE....SI!!!!
Levante el puño del saco en una clásica actitud apurada y.....Nothing
El sueño era tal que me había olvidado que hacía cuestión de 3 años aproximadamente que no usaba reloj para poder broncerme la zona.
No se cuanto tarde en volver a mirarla, por momento me parece que hasta el día de hoy estoy por levantar la mirada para decirle a Araceli que no podía darle la hora.
Los años han pasado, mi vida a cambiado. No solo uso reloj sino que eh dejado de lado el azucar por el edulcorante y cuando juego con fuego en las fiestas intento dormir con un huggies ultra seco.
Fin

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jua jua. Muy bueno.

Nachardis dijo...

Estimado:

Excelente cuento, muy bueno.Una grata sorpresa al ver que escribe (y bien), el relato es fresco, tiernamente divertido.
Con respecto a la historia, muy buena,simple, bien contada, y lo mas importante: muy bien resuelta, sin dudas el final, y la salida del Pocker, son los puntos altos del relato, no tienen desperdicio.
Me gustaría, si es que te interesa, leer mas de lo que tengas escrito (tenés pasta). Por mi lado tenés un lector paciente dispuesto a prestar el ojo para escuchar sus relatos.

Un abrazo

Nacho Iturra